BUSCANDO EN LOS ESCOMBROS DE LA VIDA
|
El futuro que me depare la vida, es lo que menos me preocupa en este momento, quizá porque sea conformista y pienso que lo que he logrado hasta ahora sea suficiente para mi y mis allegados.
Recuperé cosas que pensé que nunca volverían a tener utilidad, resultaron ser las más valiosas.
amc
Con la precisión del relojero, con el amor que desprende un artesano de violines, restauré mi fracaso, fue la tarea más dura de mi vida.
Aprendí a quererme, valoré mi pasado, enriquecí mis conocimientos sobre mí, sobre mi enfermedad y comprendí al resto de la humanidad.
Llegué a comprender a la sociedad, eso no significa estar de acuerdo con ella.
Me amoldé a un mundo lleno de fisuras por las que escapan gran parte de cordura, nos movemos entre lo irracional y la locura.
Me amolde sin perder mis valores, aquellos que perdí durante mucho tiempo y tanto me costó recuperar, es la aceptación la que me hace ver al ser humano tal como lo veo, avaricioso.
Lo acepté y llegué a la conclusión de que no está en mi mano la solución de los problemas ajenos a mi entorno.
Enumeré todos y cada uno de mis propios problemas, mis pros y mis contras, mis idas y venidas, mis inquietudes, mis fortalezas, mis debilidades.
Todo al fin y al cabo eran mis, mis, mis… no tenía tiempo para “sus”
Al fin y al cabo, es lo único que poseo y puedo controlar a mi antojo, mi vida.
Muerte, no te enorgullezcas, aunque algunos te hayan llamado
poderosa y terrible, no lo eres;
porque aquellos a quienes crees poder derribar
no mueren, pobre Muerte; y tampoco puedes matarme a mí.
El reposo y el sueño, que podrían ser casi tu imagen,
brindan placer, y mayor placer debe provenir de ti,
y nuestros mejores hombres se van pronto contigo,
¡descanso de sus huesos y liberación de sus almas!
Eres esclava del destino, del azar, de los reyes y de los desesperados,
y moras con el veneno, la guerra y la enfermedad;
y la amapola o los hechizos pueden adormecernos tan bien
como tu golpe y mejor aún. ¿Por qué te muestras tan engreída, entonces?
Después de un breve sueño, despertaremos eternamente
y la Muerte ya no existirá. ¡Muerte, tú morirás!
Death Be Not Proud, John Donne (1572-1631)
Hay cosas que suceden a nuestro alrededor que no podemos evitar, no tenemos control sobre ellas, no podemos evitar que salga el sol por las mañanas como tampoco que nos diga adiós en los atardeceres.
Cuando llegue, tampoco podremos evitar la visita de la que de alguna manera pondrá punto y final a nuestras desdichas.
Descontrol total de todo lo que no depende de nosotros directamente, la naturaleza del ser humano es la de querer controlar lo incontrolable.
Sin embargo, sin darnos cuenta seguiremos el resto de nuestra vidas atados al pasado, el rico por ser rico, el pobre por ser pobre.
“Aquí la muerte voraz vendrá a separar en un instante
mi cuerpo de mi alma.”
John Donne, 1609.
HISTERIAS
|
”La adicción es una enfermedad viva, con sus propias armas, con sus propias estrategias, seguirá viva mientras tú vivas, estará siempre alerta, más alerta que tú, y cuando creas que se ha olvidado de ti, te ganará la partida”
Estas palabras se quedaron grabadas en mi cabeza, quizá fue el momento en que me di cuenta de la gravedad de mi enfermedad, que no era un simple hábito de consumo como frecuentemente se piensa.
Me di cuenta de la importancia de esas palabra ya que pasé por varios tratamientos y ninguno fue favorable, en todos ganó mi prepotencia al creer que lo tenía vencido y me olvidé de mi enfermedad, me olvidé que sigo enfermo y seguiré enfermo lo que me quede de vida.
Nos sentimos con el derecho a tener razón en todo lo que se nos pase por la cabeza, solo por teorías que nada tienen que ver con la realidad, todo lo que no encaje en nuestro razonamiento no tendrá lógica, siempre nos saldrá la vena prepotente del “yo no puedo equivocarme” cuando en realidad, no siempre la teoría se transforma en práctica.
Eso lo aprendí, asumir la realidad.
Siempre tendrás alguien o algo superior a ti, que modifique la teoría de una práctica lógica y probada y cuando es superior a ti, no queda otra que aceptar, de ahí el trabajo de aceptación, ¿que pierdo yo aceptando lo que no comparto? si mi trabajo personal no está en riesgo, lo único que puedo perder es la razón aunque la tenga, con el tiempo y viendo los resultados la recuperaré y ese ser superior, probablemente no admita su error. Prepotencia en estado virgen.
De ahí mi trabajo de humildad, respetar las opiniones y valorar la importancia que supone para esa persona ser escuchado y comprendido, intercambiar distintos puntos de vista utilizando el sentido común.
En caso contrario nadie aprendería nada.
LA MINUCIOSA CARICIA DE UNA MIRADA
|
Me impresionó el primer dia en que me miro.
Una mirada clara, sana, pensé que me leía
el pensamiento cuando me miró a los ojos.
Me costó una vida mantener su mirada,
aún así, la mantuve durante mucho tiempo.
La dulzura de sus palabras, acordes con sus ojos,
llenaron de magia mi cuerpo,
fue capaz de desnudarme con su mirada.
Nunca juzgó mi locura, nunca me rechazó.
Era lo que necesitaba en ese preciso momento de mi vida,
fue la fuerza que me impulsó a realizar un cambio,
un motivo, un adios al pasado.
Recuerdo sus consejos uno a uno tal como recuerdo su empatía.
Llenó mi alma de energía y me enseñó los secretos
mejor guardados de la felicidad,
jamás olvidaré el cariño recibido, aún lo percibo.
amc
Sigo en mi empeño de encontrar la cordura, a veces presiento que tal cordura no existe, que solo es un invención de la sociedad para clasificar al ser humano en distintos niveles de orden mental.
¿Deseo en verdad encontrar la cordura? Tantos genios rozaron la locura.
“Cuando era joven descubrí que el dedo gordo siempre acaba haciendo un agujero en el calcetín. Así que dejé de ponerme calcetines”.
Einstein.
“Alguien como yo, que decía ser un verdadero loco, vivía y se organizaba con una precisión pitagórica”.
Salvador Dalí.
A las pruebas me remito, sin la locura no existe la cordura.
Pura invención del ser humano para decidir quien entra en los cánones de la sociedad y quienes son desechados. Sin embargo, genios al borde de la locura son tratados con seres extraordinarios que de tanta inteligencia quedaron locos. No son locos, ven más allá de donde alcanzan nuestros ojos.
Observan, sin alterarse, la estupidez humana.
Fin del Segundo Capítulo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario