martes, 1 de octubre de 2024

UN CLARO EN LA NOCHE

 


UN CLARO EN LA NOCHE


Ni mucho ni poco. Todo en su justa medida. Ni para mal ni para bien, que no está el horno para bollos. Ni tan feo ni tan bello, del montón. 

La vida ideal, ni tan rico ni tan pobre, ni tan alto ni tan bajo, ni tan lejos ni tan cerca, ni tan bueno ni tan malo. Todo en su justa medida. Ni tan fuerte ni tan débil. Ni pa tí ni pa mi. Ni tan listo ni tan tonto. Ni tan vivo ni tan muerto. 

Nos movemos en el consumo, cuanto más tienes más vales. En cierto modo es y ha sido así desde siempre. Aspiramos a ser lo más en todo. De ahí que aumente la pobreza a pasos agigantados. “No hay peor que un pobre rico” decía mi abuela que de eso sabía una barbaridad. Cuando gastamos más de lo que podemos por el mero hecho de aparentar, entramos en la pobreza, nos quitamos de lo elemental para gastarlo en lo material. “No irás muy lejos con el estómago vacío” de mi abuela también.  Todo en su justa medida, así es como funcionan las cosas. Para que haya buenos tiene que haber malos y para que haya guapos tiene que haber feos. Y nada de esto es malo y nada de esto es bueno.

Que no haya un Dios sin demonio ni una espina sin rosal, que la sangre que derrame tenga en bien aprovechar. Que suenen los metales a ritmo de vals y mi desgastada mirada siga de cerca tu caminar. 

Tus pisadas pisaré hayá donde me lleves. No habrá lugar pobre si de ti me dejo guiar. Iremos juntos pero no revueltos a un mundo donde no encontremos antónimos de amor, salud, vida, amistad y paz. 

amc




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sábado, 31 de agosto de 2024

TIEMPO


 
 TIEMPO
 El tiempo me pidió una tregua “Déjame descansar” Me dijo “No puedo seguir tu paso alocado”  Me enfadé con él, me enfadé muchísimo con él “Eres un egoísta” Le dije con mi peor versión de euforia desatada.  “Vé sin mí entonces” Repuso el tiempo con la voz entrecortada por el agotamiento. “Lo haré, no te necesito”  Al dar mi primer paso sin el tiempo, caí en un túnel oscuro donde viajé de un lado a otro a la velocidad  de una bala. Cerré mis ojos con todas mis fuerzas haciendo nacer pequeñas estrellas en mis ojos. Cuando volví a abrirlos, explotaron ante mi millones de colores en forma de arco iris. Mi garganta soltó un grito mudo y los colores se rompieron en mil pedazos pasando de nuevo a la más absoluta oscuridad. Silencio, en ese momento se produjo el silencio, tan solo un suave pitido ocupaba mi cabeza. “piiiiiiiiiiiiii”  “¿Dónde estoy?”  Mi voz sonó a eco, la oscuridad me impedía ver más allá de mis manos.  “¿Estás ahí tiempo?” Pregunté al vacío. “¿¡No hay nadie por aquí!?”  “piiiiiiiiiii”  A los pocos minutos empezaron a surgir imágenes ante mis ojos, era imágenes en blanco y negro, un blanco asalmonado. Imágenes de alguien que caminaba por unas calles que me resultaban familiares. Era un joven el que caminaba, un joven con la vista clavada al suelo con rumbo a la nada, al destino. Observé que aquel joven vestía mi cazadora de cuero negro, también mis vaqueros ajustados y mis camperas. Su pelo largo escondía su rostro pero me temía que era yo.  

“¡Eh muchacho, ¿Dónde vas?!” Aquel joven hizo caso omiso a mi pregunta. Intenté acercarme a él, pero mis pasos no respondían, por más que intentaba acelerar la marcha, la distancia entre nosotros era la misma. “Muchacho, ¿No me oyes? ¿Necesitas ayuda?”  

Cuanto más le gritaba más me recuerda a mi. Intenté ir más deprisa y caí al vacío. Floté en la nada, no sentí caer, la gravedad desapareció al instante y traspasé la barrera de lo irreal. Llegué al final de una manera brusca y caí junto al tiempo que ahí seguía, descansado. 

“¿Qué ha pasado?” Le pregunté. Seguramente él sabría la respuesta por su eterna sabiduría.  En vez de eso me formuló otra pregunta. -”¿Encontraste lo que buscabas?”- “No” Contesté a regañadientes. “No lo encontré, ha sido una pérdida de tiempo”- El tiempo dejó ver una sonrisa, algo que me produjo más rabia y frustración. Me di cuenta de que sin él, no podría seguir mi camino. 

“No llegarás antes a tu objetivo por más deprisa que quieras ir, yo soy quien rige los momentos, por algo soy el tiempo y por eso mismo debes respetarme. Cuando digo que has de tomar un respiro es porque así lo decide el tiempo” 

“Lección aprendida, tu ganas” Contesté de mala gana - “Pero, ¿Qué ha pasado?” Volví a mi pregunta inicial que no fue contestada. 

“Hay dos cosas que deben ir siempre de la mano, el tiempo y el destino. Simplemente no escogiste el camino correcto y volviste al pasado. Sin mi no eres nadie amigo, sin tiempo no hay destino y siempre volverás atrás, tómate tu tiempo y llegarás a tu destino”

amc


    

lunes, 29 de abril de 2024

RESPIRANDO (Locura)

 


Respirando 

Aparecieron olvidadas en un cajón sin fondo, aquellas cartas que te escribí. Siempre encabezadas con la misma frase; “Querido y estimado Fede” Aparecieron como aparecen las cosas que no pretendes encontrar, cuando crees haber olvidado. El tiempo cura, pero a su paso va dejando cicatrices que perduran para siempre, recuerdos que nunca has de olvidar. 

Volví a guardar aquellas cartas, en el mismo cajón, en el cajón del olvido, aquel que tantos y tantos recuerdos guarda, aquel cajón que intenté poner llave pero no encontré de su medida, todos eran pequeños y frágiles como el papel. Desistí y dejé que salieran y entraran los recuerdos a su antojo, de esa manera me acostumbre a recordar, a recordar sin dolor, a festejar cada recuerdo, a valorar cada episodio en el que morí. 

Puedo presumir de vivir, de sentir, de amar, de respirar este aire puro que cada mañana inhalo. Presumir de poder alcanzar las estrellas cada noche y conversar con la luna que me cuenta que está harta de trasnochar, blanca de no ver el sol, sola por velar a los que duermen. “Te entiendo luna, ya pasé por ello también” La digo en mi intento de consolar “Se lo que se siente al estar solo, pero no debes sentirte sola, miles de enamorados se besan bajo tu luz” Mis intentos de aliento, a veces funcionan y la luna presume y se deja ver entera y blanca pura, poderosa, única.

Recuerdos, recuerdos que solo yo, tengo acceso a ellos y solo yo, tengo el poder de compartir, recuerdos secretos que me llevaré conmigo y jamás serán revelados, solo yo los lloraré.


amc


viernes, 12 de abril de 2024

COSAS QUE CONTAR

 COSAS QUE CONTAR

Te sorprenderías de todas las cosas que tienes guardadas en tu cabeza que crees que quedaron en el olvido. Todos tenemos un pasado, un pasado limpio, turbio, rosa, negro, gris. Cada etapa de nuestra vida lleva un significado escrito en nuestro diario de abordo. 

Esto no significa que tu pasado determine lo que eres ahora, pero sin ese pasado no serías el de hoy.  

Cuando nacemos, lo hacemos de forma innata, vírgenes de todo tipo de manipulaciones y adoctrinamientos. Desde muy corta edad nos inculcan unos valores que quizá el día de mañana cambiemos por otros, pero esos primeros quedarán en nuestra retina para el resto de nuestras vidas.  Recuerda, siempre es bueno recordar quienes fuimos y en que no hemos convertido, para mal o para bien, el recuerdo nos dará la oportunidad de rectificar en aquellas cosas negativas que hicimos para no volver a repetirlas, aprender de nuestros errores y ser cada día más sabios. Si nos quedamos en el olvido, repetiremos, tarde o temprano los mismos errores y nunca aprenderemos nada. Recordar es conocernos, es querernos con nuestro pasado tal como fuimos y aceptarlo por muy desastroso que haya sido.

¡Tiempo! 

Siempre hay tiempo para aprender y rectificar, aceptar nuestros errores y no volver a cometerlos.  

El recuerdo te dará la respuesta de tu presente.

amc







La vida y la Muerte

Cuando no somos capaces de ver más allá de las cosas, nos hacemos vulgares, personas simples de sentimientos simples. 

Hay tantas cosas que aprendemos pero no prestamos atención a lo que verdaderamente aprendemos, las tomamos como lecciones de Historia, lecciones de álgebra que al poco de aprenderlas las olvidamos, solo usamos el aprendizaje para superar el objetivo inmediato, a partir de ahí se olvida. De qué sirven meses, incluso años de recuperación si solo nos esforzamos para pasar de curso, para aprobar selectividad. Aquel que no interioriza su realidad está predestinado al fracaso.  

El adicto, la adicción, es una filosofía de vida que nada ni nadie te puede modificar.

Somos lo que somos y no podemos cambiarlo, somos lo que somos y debemos de estar agradecidos de ser lo que somos. 

Agradecidos de saber disfrutar de un paisaje, de saber disfrutar de la amistad, de saber disfrutar de un paseo en soledad, de una conversación con amigos, de saborear todo el sabor de un buen libro, de valorar también un mal libro, pensar en el tiempo dedicado a escribirlo y la buena intención del escritor por atreverse a publicarlo, sabiendo incluso que no es un buen libro. ¿Alguna vez te has parado a ver el trajín de las hormigas? Es algo espectacular, puedes pasar horas y no te cansarás de ver su incansable trabajo. 

Solo aquel que aprende a comunicarse con el mundo, es sabedor del secreto de la vida, tanto animales como cosas, todo tiene un sentido, solo hay que mirar más allá de las cosas y verlas como parte de tu vida, algo tuyo, todo, absolutamente todo es tuyo, el mar, la montaña, las nubes, el cielo, el río, las piedras del río, la lluvia, la nieve, la niebla, la vida y la muerte. 

amc.










martes, 26 de marzo de 2024

MARZO 2024

Raquel A ®

HIPERSENSIBILIDAD

ADICCIÓN A LO QUE NOS EVITA SENTIR

Llevo un tiempo dándole vueltas a qué fue lo que hizo consumir, y he llegado a la conclusión de que no quiero sentir tanto, ser tan vulnerable a las personas, a los sitios, a los recuerdos. Me encuentro en un momento donde no me reconozco, ni quiero de alguna forma ver a esa parte de mí que me hizo consumir tóxico.

Desde que nací, he sentido mi entorno como algo dañino para mi, era demasiado lo que estaba viviendo y sobre todo sintiendo. He sido un bicho raro, he aceptado el rechazo como algo “normal”, que te dejen de lado, hacer lo imposible por formar parte de sus vidas, sin darme cuenta, que la primera que tenía que verse era yo y sigo sin conseguirlo. 

Si me pongo a indagar en mi infancia, adolescencia, me perdería de nuevo. Ahora necesito perdonarme por haber creado una familia que no pude sostener. Normalice absolutamente que era culpable de lo que sucediera a mi alrededor y a odiar pero me mantenía en pié, por eso empecé a abotargarme con tóxico, porque era lo que conocía, y ahora veo que me estaba destruyendo poco a poco, y luego mucho a mucho.

Alejé todo lo que me hacía sentir bien, no me lo merecía, porque no había conseguido llenar ese vacío de mi pareja que era más grande si cabe que el mio. Apagué mi luz, para ver si así, él se encontraba en medio de su oscuridad, lo dejé todo por puro amor, tóxico si, pero así creía yo que se demostraba el amor, con sacrificio, resignación, humillación… Eso es mierda tal cual lo veo ahora.  Nadie merece estar donde no te llaman, donde no te contestan, donde te dejan en silencio para castigarte… Y la única que se estaba castigando de forma salvaje era yo.

No se puede entregar lo que no tienes, y por encima de todo, vinimos solos, y si no creces terminas en un hospital, en la cárcel o en el cementerio.

Nunca pensé que podía rozar un fondo donde, o te impulsas y te agarras como sea a la vida, o caes al vacío.

He perdido todo lo que suponía que era mi vida, y ahora, me queda empezar a gatear, a andar, y luego a hablar como cualquiera de nosotros que ha llegado al mundo, solos y con todo en blanco. 

Raquel.®


domingo, 3 de marzo de 2024

FEDE

 


¿Dónde está Fede?

Para unos pocos, Fede será eterno, para la mayoría es solo un mito, un cuento chino creado para subir la autoestima de aquellos que no ven salida a su problema, un ejemplo de supervivencia y resiliencia que se desvanece con el tiempo. Fede existe, siempre fue un anciano, y razón no les falta. Pero no por ello, su espíritu siempre estuvo por encima del bien y del mal. 

Parece que solucionando su mayor problema, tenía la vida resuelta, nada más lejos. Cuando sales de un problema entras en otro, quizá ese sea el sentido de la vida, salir de problema en problema y batallar con las inclemencias que te trae el día a día de la vida, de esta preciada vida. Cuando crees que llegaste a la cima de la cordura, divisas en el horizonte picos más altos a los que subir. 

Todo en la vida tiene un desgaste. Es irremediable, con el uso todo va llegando a su fin. Fricción tras fricción, un contínuo movimiento, como una fábrica de fundición donde moldean acero para convertirlo en recambios originales de Ford. 

Esa misma fábrica, fabrica sus propias piezas previstas a sustituir cuando estas tienen holgura y mueren, son sustituidas por unas hechas a su semejanza y van directamente a la basura donde serán recicladas y sacar un nuevo artículo que saldrá a la venta en cualquier establecimiento. 

¿Crees en la reencarnación?

Miles y miles de productos son reciclados y se convierten en un nuevo artículo. Reencarnación. 

“Lo que hoy es problema, mañana puede ser la solución”

“Lo que hoy puede ser muerte, mañana puede ser vida”


amc



MIRADAS


He vuelto a ver esa mirada.

No hay mejor diagnóstico que la mirada, una mirada inocente, limpia, dolida. Esa mirada que pide ayuda a gritos, esa mirada de “Me entiendes, te entiendo” Mirada que se compenetra con la mía al instante. Mirada de socorro desesperado. El resto viene solo, no hace falta palabras, simplemente un agarrón de manos y el simple susurro de “Tranquila, no estás sola” Es terminar la frase mágica y romper a llorar, un lloro de desahogo descarnado que nos lleva inevitablemente al abrazo, un intenso abrazo que tarda una eternidad en aflojar la presión pasando al abrazo cálido de comprensión y cariño. 

He vuelto a ver esa mirada de desesperanza,  el primer paso ya está dado, ya no hay vuelta atrás, la decisión más importante ya está tomada. 

La crueldad de esta enfermedad hace llegar al límite de las personas y cuando llega ese límite, te das cuenta que tienes que enfrentarte al problema. Es aquí donde empieza el cambio, es aquí donde comienza el espectáculo, el espectáculo de la vida.

He vuelto a ver esa mirada de agradecimiento. 

Si algún día la ves, entenderás lo que digo y no la olvidarás jamás.


amc


¿Y ahora?

Llega un punto en nuestro tratamiento (vida) en el que, por más que nos esforzamos, no encontramos el siguiente peldaño.  Vemos pasar el tiempo y creemos que no avanzamos, que ya hicimos todo lo que debíamos hacer, “Se acabó, se acabaron los recursos, ya hice todo lo que tenía que hacer, ¿Y ahora? Hablé de mi infancia, desastrosa por cierto, hablè de mis conquistas amorosas, todas ellas fracasos, hable de mi familia, no sé si sirvió para algo, hablé de mi trabajo, ese que tuve renunciar, de mi suegra, incluso de mi perro, de mi barrio, de mi primo el yonki, de mis amigos de la mili, de mi amante, si, de mi amante, sobre todo de ella, de esa puñetera amante que siempre me quedan cosas por contar, siempre me vienen recuerdos tanto buenos como malos de ella.

Esa irrespetuosa que entró en mi vida y me enamoró hasta la locura, esa con la que tanto tiempo pasé. Incluso, la llevaba conmigo cuando nos íbamos de vacaciones, me escapaba cuando tenía oportunidad de verla, con un ratito me conformaba, pero tenía que verla, así de fuerte era el amor entre nosotros. Nos veíamos a escondidas, sin que nadie nos viera, como dos adolescentes que temen ser descubiertos y se les prohíba su relación, con ese miedo a ser descubiertos. Ahora pienso si hablé de ella lo suficiente, todavía tengo recuerdos de ella muy a flor de piel. Todavía la añoro, la siento parte de mi, a pesar del daño que me hizo, todavía hay algo de ella que me hace perder la cabeza. Quizá no hable suficiente de mi amante, de ese amor que entró en vida y lo hizo para quedarse. Quizá no me despedí de ella de la manera adecuada, quizá no cerré mi corazón lo suficiente y sea por eso por lo que me viene a la memoria. Tendré que hablar más de ella, de mi amante perfecta, la que sabía perfectamente lo que necesitaba y me lo daba sin impedimentos, la que no me abandonó nunca a pesar de los reproches que la hice en muchas ocasiones, a pesar de culparla de mis desdichas cuando en realidad el culpable era yo, ese amor odio que me llevó a la locura. Tendré que seguir hablando de ella, y tendré que hacerlo durante toda mi vida. 

amc