Realidad o ficción, ¿todo lo que se me viene a la cabeza está pasando realmente?
Quizá solo sea fruto de mi imaginación, quizá mi enfermedad perdura en mi cabeza y solo son incoherencias de la mente las que me hacen ver cosas que en realidad no existen.
Aislado del mundo, de la sociedad, solo pensando y actuando para mi bien estar, sin más preocupación que lo me ocupe en el aquí y ahora.
Solo yo, y mi locura.
amc
Entre conexión y desconexión de mis circuitos internos, debo tener alguna falla que no cuadra, tal vez conecté ciertos sentidos en el panel equivocado y percibo la sensibilidad escondida de cada persona, toda persona quiera o no, tiene sentimientos, solo tengo que mostrar los mios para descubrir los suyos, no hay truco, no hay trampa. Esa es la importancia de no tener que esconder nada, todo lo que muestro, es lo que soy, todo lo que percibo es realidad, cuando llega esa conexión entre dos personas, basta un segundo para conocer cómo es realmente, no lo que enseña, lo que es.
Al fin y al cabo, todos enseñamos lo mismo, en mayor o menor medida debemos seguir los cánones de la sociedad.
Es cuando uno se encuentra a solas cuando se redescubre.
No se trata de vivir en el olvido, el ermitaño no produce, no extiende su sabiduría, no comparte su soledad. El que no experimenta, nunca podrá elegir entre el bien y el mal.
Basta con saborearlo una vez para no querer cambiar la receta y olvidarnos de nuevos y mejores sabores que nos ofrece la vida.
amc
Tu mundo interior
Para cuidar tu salud física, puedes empezar trabajando sobre tres pilares básicos: alimentación, ejercicio y descanso. Del mismo modo, a nivel mental puedes centrar tu trabajo en: Tus pensamientos y creencias, tus actitudes y valores, las emociones que sientes habitualmente.
El mundo interior es el motor que te impulsa a hacer o no hacer las cosas que quieres, es lo que te caracteriza y lo que gobierna todas tus acciones; si estás bien adentro, estarás bien fuera y si por el contrario, estás mal por dentro, estarás mal por fuera y eso es lo que transmitimos a nuestro entorno. En el caso de estar mal por dentro y exteriorizar nuestro estado de ánimo, corremos el riesgo de aislarnos ante el rechazo provocado por nuestra actitud catastrofista, “yo estoy mal, el mundo está mal” retroalimentamos nuestro malestar llevándonos a la baja autoestima y a la depresión. Estos factores pueden influir en el inicio de una adicción, retroalimentarse de fracaso, inestabilidad, decepción… nos hace recurrir a las drogas como único recurso de alivio pensando que el tóxico modificará su mundo interior. Crear un mundo interior artificialmente es un error en el que cae la mayoría de las personas que no saben gestionar sus sentimientos, no son capaces de enfrentarse a su yo, tal como son, con sus defectos y virtudes. Aceptación, principal requisito para trabajar nuestro mundo interior, mi mundo interior.
Mi mundo interior son los pensamientos, emociones, sentimientos, recuerdos, vivencias, experiencias, valores, creencias, habilidades, y otros recursos internos que constituyen mi mente y mi ser, son dichos recursos los que me convierten en un ser humano único ya que, solo yo, tengo el poder de gestionar esos recursos, para mal o para bien. En la medida en que quiera crear mi filosofía de vida, el modo de gestionar los problemas, la exclusiva manera de elegir mi felicidad sin pensar en si agradará a terceros, lograré mi propósito. El poder de elección, el poder de decisión es esencial en mi mundo interior, algo que las drogas inhabilita.
Mundo exterior es el conjunto de cosas y fenómenos materiales en sus conexiones mutuas que existen exteriormente al hombre e independientemente a él. Para el materialista, el mundo exterior es la única fuente del conocimiento humano, sólo encuentra satisfacción en lo material, sin pararse a pensar en quién o qué puede salir perjudicado, solo busca su interés personal y le dá igual el bienestar de su círculo social, incluso podría a llegar a la insana competencia en la que disfrutaría de mal ajeno. Solo busca la comodidad en lo externo.
MUNDO INTERNO/EXTERNO EN EL ADICTO
Una adicción hace que la persona pierda contacto con su mundo interno, pero también con su mundo externo ya que la información que recibe no es clara y concisa. La persona que cae presa de una adicción, se da cuenta de que algo no va bien pero no siente la responsabilidad de resolver el problema, más bien espera a que alguien lo haga por él o se resuelva solo.
La adicción irá cogiendo fuerza ante el adicto que cuando este quiera darse cuenta ya estará sumergido en una espiral en la que necesitará ayuda externa para salir de la situación a la que ha llegado.
De ahí la importancia de trabajar el mundo interior del individuo para que este pueda analizar su situación y con el tiempo reforzar su capacidad de decisión, primero trabajamos el mundo interno para, a continuación, trabajar el mundo externo.
Esta tarea llevará al individuo a conectar con todos sus sentimientos, aprenderá a identificar emociones que dio por perdidas o desconocidas durante su periodo de toxicidad, consiguiendo así identificar el bien del mal, lo correcto de lo incorrecto, lo sano de lo insano, lo que realmente le beneficia y lo que le perjudica. Una tarea extensa en la que pasará por momentos de desesperanza al tener tomar decisiones importantes con relación a su futuro inmediato. La adicción es una enfermedad, un desorden mental y el principal objetivo de una recuperación, es ordenar ese desorden mental. Tendrá que enfrentarse a su verdadero yo y en ocasiones descubrir aspectos de su vida que no desearía recordar o conocer, pero es totalmente necesario enfrentarse a sus miedos, hacerse responsable de sus carencias y dar solución a todo lo que escondía con el tóxico.
Una vez conecte con su mundo interno, tendrá la capacidad de enfrentarse a su mundo externo. Esta tarea no será más fácil que la anterior, sale de una burbuja en la que ha estado protegido durante un largo tiempo, es hora de tomar decisiones y poner en práctica la teoría aprendida.
Dejarte llevar por tu mundo interno, ser un personaje único, con tus grandezas como ser humano y tu capacidad de crecer como persona, o de lo contrario, dejarse llevar por un mundo materialista en el que lo más importante es el aparentar sin ser, vivir de la opinión de los demás y descuidar tu verdadero yo.
amc
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